Viajar a coste cero no es tan difícil como creemos. Sólo tenemos que mentalizarnos y ser conscientes de que no va a ser una travesía igual que hayamos hecho antes. Nombraré consejos y páginas webs que he usado durante mi viaje de seis meses por europa occidental.
Hospedaje y comida
Couchsurfing. El turismo de sofá cada vez es más concurrido. Basta entrar con nuestro perfil de facebook, indicar nuestro destino y nos aparecerán muchas personas que están dispuestas a dejarnos dormir unos días en su casa y a enseñarnos la ciudad sin pedir nada a cambio.
WWOOF es una organización que funciona globalmente. Se basa en el intercambio de trabajo en la permacultura. No se necesitan conocimientos previos, sólo ganas de aprender y ayudar. Pagando 20€ durante un año tendremos acceso al contacto de las granjas del país que elijamos. Por cuatro o cinco horas al día de trabajo, de lunes a viernes, los granjeros nos darán habitación y comida. Siempre es recomendable leer los comentarios respecto a las granjas y las condiciones de las mismas para dar con una en la que estemos cómodos, pero si no es así no hay sujeción de contrato alguna y podemos marcharnos cuando queramos, aunque en mi caso siempre quise quedarme más. También hay grupos por países en facebook en los que podemos consultar y localizar alguna granja sin pagar a la organización WWOOF.
Workaway funciona prácticamente igual que el wwoofing, pero además incluye otros trabajos, como niñero/a, recepcionista, intercambio de idiomas, informática, etc. En esta web podremos acceder a todos los hosts del mundo durante dos años pagando una sola vez 29€. Aquí no hay un horario generalizado, cada host tiene sus condiciones. También Helpx funciona de manera similar (nunca la llegué a usar).
Otra opción es contactar personalmente con los albergues/hostels. En muchos de ellos se puede trabajar en recepción, limpiando y/o haciendo camas a cambio de alojamiento gratis, sólo es cuestión de escribirles y preguntar.
En Francia existe un número, el 115, que al marcarlo contactamos con una centralita de la ciudad en la que estemos. Hablan español, francés e inglés y nos informarán de comedores (frecuentemente de monjas) y albergues sociales gratuitos. Podemos buscar información en cada país sobre estos centros. A unas últimas podemos esperar en el supermercado de la esquina a que tiren la comida (casi) caducada, una práctica usual en el país galo.
Transporte
La primera opción es el autostop. En todos los lugares del mundo te dirán que es muy difícil y que «la gente ha cambiado y ya no es como antes». Pero la verdad es que la mayoría que desaconseja usarlo nunca lo ha intentado, y está más extendido de lo que creemos. Sólo hay que tener paciencia y armarse de alimentos para un día. A mí me han llegado a recoger para cruzar la frontera de Francia yendo con un amigo, dos mochilas de 60L cada una y una guitarra. En Uruguay y Argentina es muy frecuente. La mejor opción es establecerse a la salida de una gasolinera o peaje y hacer un cartel con nuestro destino.
Si eres español, en Italia y Francia no te multan en los trenes. Al menos a mí no me pasó. Cuentan que el papeleo para que la multa llegue a España es tal que los revisores no reparan tiempo en rellenar nada. Por ejemplo, en el trayecto Montpellier-Marsella (60€) siquiera pasó el revisor; subimos y bajamos del tren como si nada. Eso sí, en el tren de Marsella era imposible porque te exigían el billete antes de subir.
En Italia, al pedirme el billete y contar que no tenía dinero, los revisores simplemente me invitaban a bajar, comentándome que no podía estar allí. Incluso uno me dijo con empatía que lo intentase en el siguiente. Así, desde que subes al tren y pasa el revisor y te echa, pueden pasar quince minutos o una hora, tiempo que vas avanzando. Con mucha paciencia y subiendo a un tren tras otro podremos llegar a nuestro destino a coste cero, o acercanos mucho a nuestro objetivo y que al final nos salga muy barato.
Páginas como Blablacar, Amovens o Carpooling cada vez tienen más usuarios. Muchas personas tiene asientos libres para sus trayectos en coche y los ofrece a un precio bastante asequible. Siempre nos saldrá más barato que el bus, llegaremos antes y conoceremos mucha gente.