(galería de fotos a final de página)
Kasane es una pequeñísima ciudad de apenas diez mil habitantes situada al extremo norte del país. Cuenta con aeropuerto propio, debido a su buena ubicación geográfica, muy cerca de las Cataratas Victoria y donde se encuentran las «Cuatro esquinas» de África, Botswana, Namibia, Zambia y Zimbabwe.
Es una ciudad ideal para pasear en barco y hacer expediciones al parque Nacional de Chobe. Agradable y bonita, está construida en el medio de colinas verdes en la confluencia del río Chobe con el río Zambeze.
La llegada en bus fue difícil, pues la carretera está en muy mal estado. Durante la primera hora de Maun a Nata el conductor no paró de serpentear esquivando enormes socavones. Eso sí, alguna vez que otra nos parábamos, pues a nuestro paso cruzaban cebras, jirafas y elefantes. El coste de este trayecto de de 600km fue de 160 pulas (13€) Maun-Nata y Nata-Kasane.
Paseando por el pueblo encontramos muchas agencias de viajes, un par de supermercados grandes y pequeños comercios de artesanías, rodeados de monos y facóceros. Unos chavales se me acercan, quieren enseñarme la pesca del día.
Me alojo por unos días en Bananya backpackers que, aunque alejado del pueblo, es bastante apañado y tiene un ambiente muy tranquilo. Se sitúa entre casas pequeñas y mucha amabilidad proveniente de sus vecinos. Salgo a caminar por los alrededores y me advierten del peligro de búfalos y elefantes cerca, debo de andar y pisar con más suavidad. Por (mala) suerte, no me crucé con ninguno.
Aquí entablo amistad con un abogado de Zambia y una profesora de Canadá voluntaria con niños. Además, unos niños me acompañan por uno de mis habituales paseos y me abordan a preguntas llenos de curiosidad y risas, les gusta mi cámara y les enseño a tomar fotografías.
También conozco a un anciano alemán ahora residente y enamorado Botsuana, el cual me ayuda con el cambio a dólares para mi próximo viaje a Cataratas Victoria en Zimbabwe, aunque al final no era obligatorio pagar en esta moneda.